- "No sólo es justo, sino también necesario.
- No sólo es justo que la mujer tenga oportunidad de desarrollar
- su capacidad en beneficio de la sociedad, sino que también
- es necesario para la sociedad que la mujer encuentre todas
- las posibilidades de desarrollar plenamente sus capacidades."
- Fidel Castro Ruz.
Con los vicios y rezagos de la sociedad feudo-capitalista que nos ha gobernado durante años, hemos aprendido que la participación de la mujer en la lucha política y social, es una bandera por la cuál, todas nosotras nos hemos movido y luchado, con el fin de conquistar y garantizar esos derechos que nos han arrebatado.
En el caso de las guerrilleras de las FARC-EP, al incorporarnos a la organización, de antemano nos hacen saber que tenemos unos deberes que cumplir y unos derechos que exigir; entre esos, la participación política, derecho y deber que defendemos en los diferentes espacios que nos brinda la organización, como las horas culturales, la célula política, los balances e incluso la conferencia Nacional de Guerrilleras y Guerrilleros; espacio donde se toman decisiones tácticas y estratégicas de la vida política y militar de las FARC-EP con base en el análisis de la situación del país.
Para las guerrilleras es una experiencia única, ya que hemos aprendido a reconocernos como mujeres, como luchadoras sociales por el bien común; y sobre todo, aprender a conocer el país que la escuela no nos enseñó a conocer cuando pequeñas;más ahora, que se acerca o se avecina un momento histórico para las organizaciones sociales y revolucionarias: La paz.
En nuestro caso, como combatientes, no es nada fácil tener que prepararnos para un momento como el que se aproxima; asumir la lucha política desde otros escenarios; ya que una cosa es empuñar un fusil, aprender a manejarlo, conocer al enemigo de pies a cabeza, dominar el área que durante años hemos recorrido para sobrevivir y de la que conocemos hasta sus aromas de selva virgen; y otra, será la lucha política en las calles y campos, al lado de nuestro pueblo, teniendo un micrófono en la mano, en vez del fusil.
Ese es el reto y para eso debemos prepararnos; para asumir el papel que nos corresponde como luchadoras dentro de esta sociedad machista y patriarcal.
Vale la pena resaltar que como mujeres combatientes, tenemos la disposición de asumir ese reto que nos corresponde, nuestro compromiso es con las nuevas generaciones de mujeres y hombres; por legarles un país libre de violaciones a los derechos humanos, en el que tengan sentido palabras tan básicas como: justicia social, seguridad, reconciliación, paz.
En este momento es de suma importancia para todas y cada una de nosotras rescatar y elevar al máximo el papel de la mujer en la lucha, de la obrera, la ama de casa, la estudiante, la indígena, la afro descendiente, junto a ellas estaremos las mujeres combatientes, para hacer realidad esta tarea tan grande.
Desde las montañas y La Habana, las mujeres de las FARC-EP aportamos nuestro modesto esfuerzo, con estudio y trabajo, a la lucha por la solución de las necesidades y problemas que padece la mujer colombiana, que son los problemas y necesidades de todo nuestro pueblo.
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